jueves, 30 de junio de 2011

LA CRIANZA CORPORAL: UNA CUESTIÓN DE CONFIANZA


Ante el interés de las componentes de los grupos nacional e internacional de la causa de Habiba sobre si madre e hija iban a seguir con la lactancia, la doctora Ibone Olza escribía lo siguiente:

"Sobre la lactancia de Alma. Lo están intentando. Alma lo ha debido pasar muy mal, y tal vez le enseñaron a evitar el pecho, esa es mi impresión. Habiba es una madre estupenda, todo corazón, pero el trauma de la separación está ahí. Las dos tienen mucha ayuda, pero llevará tiempo. Hay que confiar y volver a confiar y seguir confiando...al fin y al cabo eso es la lactancia, confiar y amar."


Estas palabras me recordaron otras que oí hace ya casi seis años, cuando le expresaba mis dudas a mi comadrona sobre mi capacidad para alimentar a mi primer bebé sólo con mi pecho. Ella sólo me dijo: "la lactancia es una cuestión de confianza. Si confías en que puedes podrás y lo harás bien".

Pero como me costó creerla. Yo estaba ahí, sobrepasada por las circunstancias, convencida de mi incapacidad para hacer todo bien. No confié. No pude. Me dejé engañar por la accesibilidad de la leche de fórmula y di a mi hijo un refuerzo de biberón aquellas primeras noches en casa, a esa hora en la que TODOS los bebés se ponen un poquitín más nerviosos y parece que piden teta continuamente. Me dijeron que se quedaba con hambre, que no debía tener suficiente leche (a pesar de mis pechos congestionados y "goteantes"), que necesitaba este refuerzo, que todos necesitaban un refuerzo, que la leche del pecho nunca era suficiente.

Y yo me lo creí todo y no confié en mí, en mi deseo maternal, en esa sabiduría que me decía que era un error darle a mi hijo nada que no saliera de mi pecho. Y ese sólo fue el primer paso para interrumpir todo un flujo de deseo entre mi hijo y yo y que tuvo unas repercusiones que sólo hoy en día, tras haber criado 2 bebés más y haber aprendido a confiar ciegamente en mí, en mi deseo y en mi cuerpo, soy capaz de vislumbrar.

Cuando una mujer tiene toda la información sobre los inconvenientes de la leche de fórmula en sus manos - o sea, está debidamente informada - en condiciones normales y saludables ya sólo necesitará Amor y Confianza para que su lactancia sea un éxito.

Entonces ¿Por qué fracasan tantas lactancias? Evidentemente no es por falta de Amor así que sólo nos queda la falta de confianza. Por eso desde aquí quiero repetiros el mensaje que me mandó aquella primera comadrona:

¡Confiad!

Confiad en vuestro deseo maternal que os grita claramente que lo único que necesita vuestro bebé es vuestro pecho, vuestro calor, vuestros brazos, vuestra presencia y todo ello absolutamente a demanda. Sin horarios, sin normas, sin protocolos.

Confiad en vuestros pechos que saben producir lo que necesita vuestro hijo en la calidad y en la cantidad necesarias en cada momento. No os creáis a quien os diga que el calostro "no es importante y no alimenta". El calostro es fundamental, aunque sólo sean unos ridículos mililitros que parecen que son nada. Es lo que necesita vuestro recién nacido: calostro a demanda. Ni suero glucosado ni mucho menos leche de fórmula. Sólo acceso ilimitado a vuestro pecho, contacto físico permanente con la teta al alcance y ya está. Él tomará lo que necesite.

No os preocupéis si el bebé está continuamente enganchado al principio, es normal. Veréis que si le dejáis acceso libre al pecho desde el primer momento la bajada (o subida) de la leche no os producirá ni una congestión excesiva, ni  esas tan aceptadas décimas de fiebre. De nuevo confiad más en vuestro cuerpo que en los mitos populares.

Y confiad en el dolor. Ese dolor punzante que algunas sentimos al principio al dar de mamar y que nos indica que algo no está bien. La lactancia debe de ser placentera. Si es dolorosa, sobretodo si es tan dolorosa que os hace temer las tomas o dar el pecho mordiendo una toalla para no llorar, confíad en vuestro cuerpo, en sus mensajes: Algo no está funcionando bien. Es hora de buscar la ayuda necesaria para solucionar el problema. Existe solución, y esta no es dar de mamar como una mártir, ni sufrir estoicamente las grietas o, lo que es peor, las mastitis. A veces la solución es tan sencilla como aprender a ponerte el niño correctamente, otras puede requerir una pequeña intervención, como cortar un frenillo lingual excesivamente corto. Pero no os quedéis paradas, sufriendo y soñando con que se acabe esa toma y todas las demás. Actuad, buscad una  asociación de ayuda a la lactancia donde os ayudarán a encontrar vuestra solución.

Seguid confiando cuando a las pocas semanas vuestros pechos parezcan vacíos porque ya no los sentís terriblemente llenos y no gotean continuamente. No, no se os ha acabado la leche. Esto también es normal y, de hecho, es  una prueba más de la gran sabiduría de la naturaleza ya que sólo indica que vuestros pechos y vuestro hijo se han sincronizado y ya sólo producís la leche que él necesita. Ni más ni menos. Así que ya veis, lo que, cuando falla la confianza, parece un síntoma de que algo no funciona, es en realidad una prueba de todo lo contrario: de que todo funciona correctamente.

Y no dejéis de confiar cuando alrededor de las dos, tres, seis semanas y tres meses de edad (más o menos, unos serán antes y otros después) vuestro bebé parece que se queda con hambre y sólo quiere teta continuamente. Es NORMAL y episodios como este tendréis varios  mientras dure la lactancia. Son los llamados "etapas de crecimiento rápido" o "crisis de crecimiento", unos días en los que el bebé va a necesitar estimular mucho vuestros pechos para que aumentéis la producción porque está sufriendo un típico "estirón". Al menos esta es la interpretación más general de unos episodios que nos pasan a TODAS las madres lactantes.

Confiad en vuestro hijo. En su instinto, desarrollado durante los últimos 250 millones de años (desde la aparición de los primeros mamíferos a finales del triásico), que le dirá cuando y cuanto mamar. Confiad en sus ojos brillantes, su cuerpecito feliz e inquieto, su piel tersa e hidratada, su sueño tranquilo y su despertar feliz y alerta. Confiad en su capacidad para deciros lo que necesita con sus llantos, gorgoritos, miradas y expresiones;  pero, sobretodo, confiad en vuestra capacidad para entenderle. Tal vez creáis que es imposible comprender este viejo idioma, sin palabras pero tan lleno de información. No os preocupéis, estáis "programadas" para entenderlo. Lo que ocurre es que esta comprensión no reside en la parte más racional de nuestro cerebro, sino en partes más antiguas donde se alojan los instintos y las emociones y que, a veces, están excesivamente controladas y silenciadas por nuestro neocortex racional (y el de los demás).

Y seguid confiando en vuestro hijo cuando alrededor de los cuatro meses, al intentar darle la primera papilla de zanahoria, patata o plátano - tal y como os ha indicado probablemente vuestro pediatra de la antigua escuela, o la vecina del tercero que os preguntó asombrada si "todavía sólo mamaba" -  el crió la utilizó para decorar las paredes del salón, su pelo y vuestra cara sin permitir que una triste cucharadita llegara a su estómago. Y seguid confiando cuando a los 6, 8, 12 o más meses siga sin comer lo que esperaríais. Ni de milagro se mete la papilla de plátano-naranja-pera-quesito-galletasMaría de la merienda y la cena de patata-zanahoria-pechugadepollo-aceitedeoliva, sigue casi intacta en su plato porque él, feliz de la vida, prefiere mamar glotonamente el mejor alimento del mundo, vuestra leche, después de haber picoteado de vuestro plato de ensalada, carne a la brasa o cocido madrileño, mientras se le cierran los ojitos y cae en un profundo y reparador sueño. Confiad en su capacidad para saber cuanto comer e, incluso, que comer, siempre y cuando tu le ofrezcas alimentos naturales, sanos y lo menos procesados posibles.

Ya sé que en nuestra cultura actual es difícil pero, de verdad, confiad en vosotras mismas cuando sentís que el bebé come mejor lo que os ve comer a vosotras, incluso le gusta más picar de vuestro plato que tener el suyo propio (no sabéis como facilitó mi vida y la de mis hijos este descubrimiento), y sentís el impulso de ir dándole pedacitos de comida para que pruebe, sin obsesionaros por preparar papillas que, seamos sinceros, ningún adulto se comería por gusto. A esto se le llama Baby led weaning y ya se está demostrando que es la manera más sana y natural de introducir la alimentación complementaria, muy a pesar de abuelas, suegras, pediatras de la vieja escuela y vecinas varias. Aquello de 3 horas con el niño sentado en una trona llorando de impotencia y saciedad mientras su madre frustrada, enfadada y aterrada intenta meterle una comida que ni necesita ni le gusta, debería haber acabado ya con la generación anterior, dando paso a una madre feliz y confiada que ofrece pedacitos de comida sana y natural de su propio plato a su niño que, sentadito en su regazo, va probando nuevos sabores mientras que, de cuando en cuando, da una chupadita al pezón de su madre.

Pero no sólo la lactancia. Todo un sistema de crianza basado en el respeto por las necesidades de los hijos y su evolución personal y que se cimienta en la llamada "crianza corporal", se pone en peligro por la falta de confianza. Y esta confianza tan necesaria es aniquilada por dos factores principales: la ignorancia propia de los padres sobre nuestro verdadero "YO",  nuestra verdadera naturaleza y nuestras verdaderas necesidades, y la ignorancia de los que supuestamente más deberían saber y en los cuales los padres, a falta de confianza en nosotros mismos, necesitamos confiar.

Dado el número creciente de estudios cuyos resultados son perfectamente accesibles a todos las personas responsables de tratar, informar y formar a las nuevas madres y a los nuevos padres, parece increíble  que todavía haya  por ahí los más diversos profesionales médicos, psicólogos o pedagogos escribiendo libros, grabando programas televisivos o, lo que es  peor, con la responsabilidad de "educar" a jóvenes madres en peligro de exclusión social, basando su trabajo en métodos conductistas y pautas de crianza, alimentación o sueño que no sólo nunca han demostrado a nadie ningún beneficio, y mucho menos a la comunidad científica, sino que en muchos casos se han manifestado como claramente dañinos. Es imprescindible cambiar esto cuanto antes, no sólo para que no se repitan casos tan trágicos como el de Habiba y Alma, sino para salvar la lactancia y la crianza corporal de miles de madres/padres e hijos a los que el trato con este tipo de "profesionales" les va minando la confianza a la vez que les hace suponerse demasiado estúpidos para cuestionarles y conseguir por sí mismos información más acorde con lo que actualmente recomiendan organismos oficiales como la OMS o las diferentes asociaciones de pediatría.

Sí amigos, en cuestión de crianza todo es una cuestión de confianza. Confianza en nosotros mismos y en nuestros deseos más profundos y verdaderos. Si dejáramos de buscar fuera las respuestas que ya tenemos dentro, la crianza de nuestros hijos se convertiría en algo mucho más placentero y feliz para todos. También empezaríamos a trabajar muy seriamente para conseguir una sociedad que, no sólo nos permita, sino que sobretodo nos sostenga a la hora de ejercer la maternidad/paternidad que realmente queremos y todos necesitamos. Sólo así podríamos ser los padres que realmente necesitan nuestros hijos.

Pero desgraciadamente, desde afuera, el sistema parece dedicado a destruir nuestra confianza, haciéndonos tan dependientes de sus normas y directrices que no nos deja espacio para profundizar en nuestro interior y buscar las verdaderas respuestas a todas las cuestiones que se nos plantean desde el momento en que nos enteramos de que está creciendo un nuevo ser humano en nuestro vientre.

Parece lógico porque este sistema, enfermo y corrompido, formado por adultos heridos y llenos de carencias, se pondría gravemente en peligro cuando lo invadiera una nueva generación de seres humanos satisfechos, equilibrados, libres y sanos. Seres humanos que desde pequeños han visto cubiertas todas sus necesidades físicas y espirituales por unos padres que, a pesar de los pesares y con un gran esfuerzo, han ido consiguiendo liberarse de esa pesada carga que el sistema intentaba imponerles con sus horarios y sus normas y que, disfrazada de "crianza moderna", se viste con miles de artefactos de "primera necesidad" como cunas que se balancean solas, cochecitos superligeros, móviles multicolores y multimusicales, leches de veinte tipos diferentes y biberones con tetinas ergonómicas; intentando con todo ello acallar nuestra sabia voz interior que nos grita que nuestro hijo no necesita nada de esto, que sólo necesita nuestro pecho, nuestro regazo y nuestros brazos y que, si estos últimos faltan, nada de nada podrá nunca sustituirlos ni compensar la herida que su falta generará.

Si una amiga embarazada me preguntara ahora mismo que necesita preparar para su parto y la llegada de su bebé le diría: CONFIANZA PLENA EN TI MISMA. Y, a partir de ahí, empieza a buscar información............... Y tendría una buena lista de bibliografía para darle.

jueves, 23 de junio de 2011

UNA TRIBU QUE ¿ PROTEGE?


Supongo que ya lo sabéis porque es la gran noticia de la blogosfera maternal:

¡Alma y Habiba están juntas!

Ya se me ha desatado un nudo que tenía en el corazón desde hace casi un mes y que me producía un dolor físico cada vez que pensaba en esta pequeña separada tan injusta y abruptamente de su madre. Pero ya pasó. Madre e hija están juntas, espero que para siempre y también espero que Habiba será ahora sostenida y protegida mientras encauza y toma las riendas de su propia vida y las de su hija. 

Pero mientras que esta batalla se ha "ganado", desgraciadamente la guerra sigue abierta. Este caso ha dejado en evidencia unas instituciones que, en teoría, tienen la responsabilidad de defender y proteger a los menores de nuestra sociedad, o sea, a nuestros hijos. Recalco:  los hijos de todos. 

En teoría estas instituciones son una herramienta que tenemos, como la gran "tribu" de millones de personas que somos, de cuidar a nuestros hijos, para que nunca estén desprotegidos pase lo que nos pase a los padres o familia biológica. Pero desgraciadamente parece que eso se queda sólo en teoría. 

El caso de Habiba y Alma me ha recordado otros casos, algunos bastante recientes, en los cuales la intervención, o falta de intervención, de estos servicios han hecho un daño al menor absolutamente inaceptable.

A la vuelta de la esquina está, por ejemplo, el caso de los gemelos de Mallorca. Es otro caso sangrante en el cual se ha separado a unos gemelos de su MADRE. Si, en este caso Maru - madre (de acogida) que he tenido el placer de conocer virtualmente a través de la web  Adoptados.org e incluso de hablar personalmente con ella por teléfono- es la madre de los gemelos. La única que estos dos pequeños, que ahora deben rondar los dos años y fueron criados por Maru desde recién nacidos, reconocen. Digan lo que digan las leyes. Diga lo que diga el juez.


Maru y su familia acogieron sin saber que iban a querer a estos pequeños como hijos propios. Supongo que les sorprendió el amor inmenso que sintieron por ellos. Supongo que no esperaban darse cuenta de que los sentimientos no entienden de leyes ni de protocolos. 

Pero lo más grave de todo: el daño infringido  a los gemelos. Dos criaturas de un año que ya tuvieron que pasar por la tragedia de ser separados de su madre biológica pero que establecieron un vínculo madre-hijos con su nueva madre de acogida. Y de nuevo son separados de la persona que más quieren en este mundo. De las personas que son sus padres y hermanos. Aquí NADIE, excepto Maru y su familia, ha mirado por el interés superior de los menores. El juez alegó que los querían demasiado. Sí, sí, que los querían demasiado. Ahí queda eso. También dijo que hay muchos padres adoptivos en lista de espera, como si esta fuera una razón de peso para destrozar a los gemelos. Aunque claro, este mismo juez opinó que los gemelos eran muy pequeños y no se iban a dar cuenta. Pone los pelos de punta. 

Mi interpretación personal de las palabras del juez: como hay muchos padres adoptivos en lista de espera lo más justo, para estos padres, es dañar gravemente a estos pequeños porque, total, no se dan cuenta,  separándolos de su madre (Maru) y su familia, ya que tenemos el derecho a hacerlo porque legalmente sólo son una "familia de acogida" que no debería quererlos como a hijos (ni los niños deberían querer a Maru y su pareja como padres, claro). 

Y yo me pregunto entonces: ¿que ventajas tienen las familias de acogida si no pueden querer a los niños  que acogen como hijos propios? ¿Que sentirá el niño acogido desde su nacimiento cuando sea consciente de que sus "hermanos" de acogimiento e hijos biológicos de sus padres de acogida,  son hijos de primera y él/ella es un hijo de segunda al que no se quiere tanto? "Si cariño, si yo te quiero, pero quiero más a fulanito que lo he parido yo ¿entiendes? Tu aquí puede que sólo estés dos días, dos años o te quedes hasta los 18 años, así que no te puedo querer tanto. Entiéndelo mi amor"

Pues yo no lo hubiera entendido de niña y tampoco lo entiendo ahora.

Lo que sí entiendo es que haya situaciones en las que niños, ya más mayorcitos y que hayan establecido el vínculo padres-hijos-hermanos con su familia biológica, necesiten vivir temporalmente con una familia de acogida, por las más diversas causas, para luego volver a vivir con su propia familia cuando la crisis haya pasado. Estos niños identifican como madre, padre y hermanos a su familia biológica, los quieren como tales y los de acogida nunca serán lo mismo. Ahí si que lo entiendo.

Pero en el caso de bebés, especialmente recién nacidos, que no han establecido ningún vínculo postnatal con su madre o familia biológica y que lo establecen con la mujer que pasa a hacerse cargo de ellos, o niños que han estado institucionalizados desde siempre y nunca han establecido un vínculo con su familia biológica, me parece aberrante que se aplique este protocolo. Estos bebés deberían pasar DIRECTAMENTE a su madre DEFINITIVA. Al menos si se quiere hacer lo  mejor para ellos.

¿Que esto puede que no sea lo mejor para la madre o familia biológica? Puede ser. En un comentario una vez alguien me dijo que  esta madre también se merece una oportunidad. Pues yo opino que si dar a esta mujer una oportunidad conlleva someter a sus hijos a continuos traumas debido a las sucesivas separaciones de sus figuras de apego, no vale la pena. Recordemos: Aquí lo que debe primar es el BIEN DEL MENOR. EL INTERÉS SUPREMO DEL MENOR. Y no creo que estar, cueste lo que cueste y tarde lo que tarde, con la familia biológica sea lo mejor para muchos menores. Tal vez sí para algunos, pero desde luego no para todos.

Es esta "segunda oportunidad" que se quiere dar a la familia biológica la razón por la cual los gemelos de Maru pasaron primero por una familia de acogida, en lugar de ir directamente a los brazos de su familia adoptiva y definitiva.  Pero los bebés no entienden de protocolos y se enamoraron de Maru como todos los hijos nos enamoramos de nuestras madres. Supongo que cuando los separaron sintieron lo mismo que la pequeña Alma, aunque nadie reconoció su dolor porque "legalmente" la persona que ellos reconocían como madre, no lo era. Bajo mi punto de vista, este caso es, si cabe, más dramático que el de Alma y Habiba, porque nadie reconoce el dolor de estos niños ni su derecho a sentirlo. Total, como dijo el juez, son pequeños y no se enteran. Pero todos los estudios sobre el apego en esta tempranísima etapa de la vida ( Sue Gerhard. "El Amor Maternal. La influencia del afecto en el desarrollo mental y emocional de bebé". Editorial Albesa 2008) indican exactamente lo contrario a lo que dice este juez tan dramáticamente mal informado. El juez que ha tenido en sus manos el destino de estos niños. 

Este sólo es un ejemplo que os explico porque he vivido un poquito más cercanamente, pero en el blog Tenemos Tetas apareció el 11 de Junio un artículo denunciando algunos otros "agujeros" en el sistema de protección de menores. Puede verse de todo: desde menores arrebatados a sus familias por las razones más peregrinas hasta menores dejados en manos de sus familias cuando SI había razones justificadas para separarlos, o menores que pasan su infancia tutelados  ante la falta de determinación del sistema para ofrecerles una familia adoptiva definitiva. Es dramático.

Yo entiendo que es muy difícil, de verdad que lo entiendo. Pero también es muy difícil montar una estación espacial y mirad, ahí está, girando sobre nuestras cabezas. No puedo creerme que nuestra capacidad dé para hacer bien unos trabajos pero no otros. Creo que ya es hora de que los responsables de este sistema defectuoso y - posiblemente - corrupto, den la cara y dejen su puesto a profesionales con la debida FORMACIÓN y MOTIVACIÓN, los cuales sean capaces de coger las riendas y dar lo mejor de sí mismos y del sistema a estos niños que se lo merecen TODO. A los que debemos TODO.

Que nunca vuelva a repetirse la situación de Habiba y Alma, ni la de los gemelos, ni la de la pequeña Alba - otro caso terrible  que no puedo menos que recordar en este contexto, como ejemplo de otro fallo con dramáticas consecuencias - y que de una vez por todas todos los menores sean hijos de todos y, en representación de esta responsabilidad colectiva, el sistema de protección de menores sea capaz de cubrir todos sus derechos. SIN FALLOS

martes, 21 de junio de 2011

ESTE FUE UNO DE ESOS MOMENTOS


Todavía estoy digiriéndolo. Este fin de semana ha sido para mí uno de los más intensos y emotivos de mi vida, y eso que en estos últimos años mi maternidad me ha regalado muchos momentos difícilmente comparables. Pero estos dos días me han dejado una huella que no se borrará nunca.

¡Ay, sí! Este fin de semana ha sido uno de esos momentos que marcará mi vida de una manera muy especial. Y no ha sido tanto por la presentación de nuestro libro, Una nueva maternidad, que también, sino por haber conocido, por fin, en la realidad corporal, a la mayoría de estas personas maravillosas con las que he compartido la gestación virtual de este precioso proyecto. Por fin he podido poner voz, expresión, mirada y contacto a Raquel, Enriq, Ileana, Carol, Mónica, Louma, Cristina, Erika, Mari Mar y María José sin olvidar a nuestra editora Eva y al resto de maridos/compañeros presentes. Por supuesto me faltaron Irene, Vivian, Azucena, Nohemí y Miriea. Fue la única sombra en un encuentro donde se notó su vacío como algo físico. Vamos, que podía ver perfectamente el hueco que dejaba su ausencia cuando el grupo se reunía.


Estos dos días han estado cargados de momentos especiales: la primera visión de Ileana, Carol, Raquel, Mónica y María Jose cuando escuché "¡Aquella es María!", los abrazos y besos que siguieron, la visión del libro en las estanterías de la librería, la multitud que llenó la sala hasta rebosar, las palabras de cada una de las conferenciantes y, especialmente, la ola de emoción y fuerza que nos embargó a todos los presentes tras la intervención espontánea, tan intensa y cargada de verdad, de Mari Mar.

Ya por la noche, en la cena, conversando con Carol y su marido, que sostenía al pequeño Mateo dormido en brazos.



Y la comida en la villa olímpica al día siguiente, hablando de la absoluta dependencia  que cada ser humano tiene de todos los demás: como la salud y el bienestar de cada uno depende del bienestar de la humanidad y del planeta; y luego la tarde vagueando en la playa, charlando y celebrando el cumple de Mónica con un delicioso bizcocho preparado por Louma y una velita que se apagaba continuamente por culpa de la brisa mediterránea.

Y la charla con Mónica, ya de vuelta por el paseo, por causa de la cual perdimos a los demás y estuve a punto de no poder despedirme de ellos antes de que mi familia y yo nos retiráramos, ya definitivamente, mientras el grupo iba a realizar algunas comprillas para regalar.

Conversaciones sinceras, intensas, profundas y también irónicas y divertidas. Abrazos y apretones de manos que surgían de manera espontanea,  miradas que se cruzaban cargadas de reconocimiento y cariño.

Ahora, por fin ya en casa, a un millar de kilómetros de Barcelona, siento que me he traído un pedacito del alma de cada una de estas mujeres y que otros tantos pedacitos de la mía se han quedado con ellas. Recuerdo una y otra vez las escenas compartidas y mi pecho se llena de una felicidad tan auténtica, de una esperanza tan real, que me hace mirar la vida con sus problemas cotidianos, sus sinsabores y sus tropezones, de manera diferente.


Ya está, ya se presentó el libro. Ya conocí en persona a una parte de La Tribu . Me quedan los recuerdos, las fotos y el vídeo que Enriq editará en breve. Ahora a seguir adelante. A retomar los viejos proyectos y gestar nuevos. A seguir viviendo, con el impulso que esta experiencia me da para vivir como quiero vivir y criar como quiero criar. Para resucitar definitivamente a La Madre auténtica que hay en mí, esa que el patriarcado ha intentado asesinar pero que, evidentemente, no ha conseguido, porque cada una de nosotras la lleva dentro, esperando que el beso del deseo y la inteligencia la despierten.


Quiero dejaros aquí una canción interpretada por Barbara Streisand en la película Jentl que representa lo que yo he sentido estos dos días: "This is one of those moments". A Jentl la conocí hace unos 23 años, cuando un amigo me regaló su banda sonora. Es una película muy especial en la que una mujer judía tiene que hacerse pasar por hombre para poder cumplir su sueño de estudiar, para al final descubrir que ella no puede renunciar a su verdadera identidad por nada, por lo que se ve obligada a emigrar a una tierra que le permita desarrollar todo su potencial siendo ella misma. Muy representativa de esta sociedad que ha intentado vendernos la masculinización disfrazada de liberación. Desde que conozco esta canción, ha habido cuatro momentos  muy especiales en los que se ha presentado en  mi cabeza sin una invitación consciente: la unión con mi marido y mis  tres partos. También he intentado evocarla en otros momentos que yo creía importantes, como el día de la defensa de mi tesis doctoral, pero lo cierto es que así sólo consigo recordarla sin que me invada de la manera en que lo hace cuando llega ella sola a mi mente, sin haberla llamado. Hoy, cuando me he puesto delante de la pantalla, la canción me ha invadido, arrancándome una sonrisa de reconocimiento e impulsándome a ir a YouTube para colgárosla aquí. 



Hay momentos que recuerdas toda la vida
Hay momentos por los que esperas y sueñas toda la vida
Y este fue uno de esos momentos

miércoles, 15 de junio de 2011

INFORME SOBRE LA CONDUCTA MATERNAL DE HABIBA CON SU HIJA

Este informe ha sido recientemente publicado en la página de Facebook "Que el IMMF permita que Habiba amamante a su hija YA", creada para difundir este escandaloso caso de abuso de poder y ayudar a que madre e hija se reencuentren cuanto antes.

He de deciros que estoy escandalizada y su contenido me hubiera resultado muy difícil de creer si no fuera por que viene firmado por tres profesionales de la medicina pediátrica y miembros del Comité de Lactancia Materna de la Sociedad Española de Pediatria como son:

*  Dos jefes de departamento de neonatología en sus repectivos hospitales: la doctora Josefa Aguayo Maldonado  (Hospital Virgen del Rocío, Sevilla) y la doctora Mª Carmen Pallás Alonso (Hospital 12 de Octubre, Madrid)

*  Un médico adjunto del servicio de pediatría que no es otro sino el gran Adolfo Gomez Papí (Hospital universitario Joan XXIII, Tarragona)

Aquí lo tenéis. El resaltado en negrita y el color rojo en las respuestas de los tres profesionales lo he añadido yo.


Informe sobre la conducta maternal de Habiba con su hija Alma

Revisada la documentación de la retirada de custodia de Alma y centrándonos en el informe inicial sobre su madre, Habiba, concretamente en el apartado “con su hija”,

Que encabeza afirmando que “a Habiba le cuesta responder adecuadamente a las necesidades de Alma y no es consciente de lo inadecuado de determinadas conductas de riesgo y negligencia” y que en el párrafo siguiente dice “las pautas de alimentación, higiene y sueño (de Alma) no son adecuadas” y justifica las afirmaciones anteriores con los siguientes argumentos, que comentaré uno a uno:

“Los horarios y el tipo de alimentación son caóticos” y “utiliza la lactancia materna como chupete y juguete, ofreciéndole el pecho en el momento en que la niña llora y dejando que ella lo coja cuando quiera, sin importarle el momento y el contexto en el que esto sucede (despachos, pasillos)”.

La OMS y la UNICEF, la Academia Americana de Pediatría, los expertos de la Unión Europea y el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría recomiendan la lactancia materna a demanda y exclusiva durante los primeros 6 meses y, complementada con otros alimentos, hasta los 2 años o más. Porque la leche materna es el alimento más completo y el que más nutrientes, defensas y bacterias probióticas aporta durante esos primeros dos o más años. A demanda significa cuando la niña quiera y durante el rato que la niña desee. Pero, además, cuando una madre ofrece el pecho a su hija no sólo lo hace para alimentarla, sino para calmarla, para darle refugio, como alivio del dolor, como consuelo, etc. La actitud de Habiba respecto a su hija, sin ella saberlo, sigue las recomendaciones actuales respecto a su alimentación.

“Le ofrece los purés que preparan en la residencia, pero también otros alimentos sólidos inadecuados para su edad (de los que está comiendo ella). Durante los fines de semana, como tiene que encargarse ella de hacerle la papilla de frutas, la mayor parte de veces no se la da (le da el pecho)”

Las recomendaciones de la OMS y la UNICEF y del Comité de Expertos de la Unión Europea respecto a la alimentación complementaria dejan muy claro, insisto, que el alimento más completo para una niña de 18 meses, como Alma, es la leche materna. Si un bebé rechaza la fruta y toma el pecho en su lugar, recibe muchas más calorías, minerales, defensas y vitaminas. El objetivo de la alimentación complementaria es que el bebé se acostumbre a comer lo que sus padres comen. Por eso muchos padres, a partir del primer año, sientan a sus hijos/as a la mesa ofreciéndoles una oportunidad magnífica para que se familiaricen con la comida del adulto. De nuevo la actitud de Habiba es perfectamente adecuada y sigue las recomendaciones actuales.

“Se intentó que regularizara la lactancia y limitara los momentos de alimentación, como no parecía posible se planteó la posibilidad de que dejara de darle el pecho…”. “…continuó dándole el pecho. Se le dieron chupetes, pero tampoco los utilizó”

(Comentario mío: ¡SE DIERON CHUPETES PARA QUE DEJARA EL PECHO!!!!!!!POR DIOS, POR DIOS, POR DIOS)

Hasta hora el informe se limitaba a describir, bajo un prisma totalmente equivocado e ignorando de las recomendaciones internacionales, la lactancia materna de Habiba y Alma. A partir de aquí, se deciden a intervenir. Nada de dar el pecho a demanda y si Alma quiere consolarse, que lo haga con el chupete. Es el primer error grave y, desgraciadamente, no el único. Por suerte, Habiba siguió su instinto, siguió amamantando a Alma y continuó haciendo lo mejor.

No tiene unas pautas de sueño adecuadas. Desde el primer momento no quiso que la niña durmiera en la cuna y la acuesta con ella en la cama. Utiliza la cuna para dejar cosas y juguetes y en contadas ocasiones para dejar a la niña…”

(Comentario mío: aquí veo la mano de mi queridísimo (ene)amigo doctor Eduardo Estivill. QUE PENA)

En la actualidad, la mitad de los niños del mundo duerme cada noche con sus padres. No solo no se ha demostrado que pueda ser perjudicial para los bebés, sino que se ha visto que el sueño de la madre y de su hijo se sincroniza cuando duermen juntos, lo que le permite reaccionar rápidamente ante cualquier eventualidad o ante cualquier necesidad de su hijo/a. El niño se siente mucho más seguro y protegido en contacto con el cuerpo de su madre y puede acceder al pecho con facilidad sin que la madre apenas se despierte. Está descrito que el colecho (dormir en la misma cama que sus padres) favorece la lactancia materna a demanda. Los niños que duermen cada noche con sus padres lo hacen hasta que están preparados para dormir solos, cosa que ocurre a partir de los dos años.

“Habiba se muestra muy cariñosa con Alma, utiliza el contacto físico y la expresión verbal como vías de comunicación. La niña busca constantemente la referencia visual de su madre y se ha observado un cierto miedo ansioso a la separación"

(Comentario mío: Esto también va por los que decían que maltrataba a su hija....... ni siquiera el IMMF dice algo así, sino todo lo contrario)

A pesar de que en este párrafo del informe se alaba la actitud cariñosa de Habiba, acaban insinuando que tiene consecuencias negativas. Otro gran error ocasionado por la ignorancia. Ya hace mucho que J. Bowlby describió los distintos tipos de relación de apego entre los bebés y sus cuidadores. Los bebés que han tenido la suerte de estar al cuidado de una madre solícita, dispuesta a calmar su hambre, su sed, su inquietud, sus temores con prontitud, aprenden a regularse a través de las respuestas de su madre y desarrollan lo que se llama una relación de apego seguro con ella. Los adultos que han disfrutado de una relación de apego seguro con su madre son más cálidos en el trato, porque su madre ha sido cálida con ellos; más estables emocionalmente, porque su madre les ha conferido estabilidad emocional; tienen relaciones íntimas más satisfactorias, porque la relación íntima más importante, la primera, la que han tenido con su madre, ha sido muy satisfactoria; son más positivas; más integradas; tienen perspectivas más coherentes de sí mismas; y, en contra de lo que comúnmente se cree, son más independientes. Los bebés que tienen una relación de apego seguro con su madre organizan su comportamiento alrededor de ella y, cuando su madre falta, manifiestan miedo (mientras están en la etapa de dependencia de su madre). Más adelante, serán más autónomos y, finalmente, más independientes.
Lo que Alma manifiesta en ausencia de su madre nos está confirmando que está desarrollando una relación de apego seguro con Habiba y es consecuencia de su trato tan amoroso y cercano, de llevarla en brazos continuamente, de dormir con ella y de amamantarla a demanda.

CONCLUIMOS QUE:

Los argumentos esgrimidos en el informe al que hemos tenido acceso no solo no justifican que la relación maternal de Habiba con su hija pueda ser perjudicial para Alma, sino que demuestran que Alma estaba perfectamente alimentada, cuidada y querida.
La decisión de separar a Alma de Habiba es dañina para ambas. Para Alma, porque se le somete a un estrés excesivo, el estrés de la separación, para la que todavía no está preparada, y se le priva del mejor alimento y de los mejores cuidados que puede recibir, cortando bruscamente una relación de apego seguro con su madre.
El estrés tiene consecuencias físicas (mayor riesgo de infecciones, pérdida de peso) y psicológicas.
Cuanto más dure la separación, mayor será el daño infringido a Alma.
Se debería revocar dicha decisión cuanto antes para minimizar los daños causados. Rectificar es de sabios.


Tarragona, a 13 de junio de 2011

Adolfo Gómez Papí
Médico adjunto. Servicio de Pediatría
Hospital Universitario de Tarragona “Joan XXIII”
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría


Sevilla, a 13 de junio de 2011

Josefa Aguayo Maldonado
Jefa de Sección de Neonatología
Hospital Virgen del Rocío. Sevilla
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría


Madrid, a 13 de junio de 2011

M Carmen Pallás Alonso
Jefe de Servicio de Neonatología
Hospital 12 de Octubre. Madrid
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría

Bueno, ¿Como se os ha quedado el cuerpo? Porque a mí fatal. Después de leer el informe tuve que dejar la silla donde estaba, echarme unas cuantas lágrimas y salir con mi hijo pequeño a la calle para serenarme un poco. Ahora mismo escribo con el peque enganchado a la teta, después de NO comerse una zanca de pollo asado con patatas fritas y tomatitos cherry. No me preocupo. Luego merendará o cenará lo que necesita. De momento, al menos, ha tomado teta. Menos mal que no tengo que ir a pedir ayuda al IMMF porque tengo solvencia económica y un compañero sostenerdo y padrazo, si no seguro que me quitarían la custodia de mis hijos, por hacer lo mejor para ellos.

Así de fuerte.

domingo, 12 de junio de 2011

MENTIRAS (II)

Mentiras, mentiras y más mentiras..... estoy harta, hastiada, asqueada, angustiada y cansadísima de estar rodeada de mentiras.

Ayer tuve la mala suerte de encontrarme con este artículo de El País: "Rebelión contra el ADN" en el cual se explica que las dos mujeres que creían ser gemelas y, por lo tanto, suponían el primer reencuentro de un bebé supuestamente dado por muerto (para ser robado y vendido) con su familia biológica, en realidad no guardan ningún parentesco.

Reconozco que yo también di por hecho que estas dos mujeres eran el primer caso demostrado de robo de bebés. Pero no, por difícil que parezca, parece ser que el parecido es casual y no son gemelas, ni siquiera hermanas.

Y no, a pesar de lo que dice mucha gente en los comentarios de los artículos que tratan este tema, el ADN no se equivoca. El técnico de laboratorio puede equivocarse, por supuesto, pero supongo que, antes de hacer público el resultado negativo de la prueba, habrán repetido los análisis las veces que hayan considerado oportunas, especialmente porque en este caso, dada su repercusión mediática, un error es fatal para el prestigio del laboratorio. Y tampoco creo que empezar a pensar en terroríficas conspiraciones para conseguir un falso negativo sea muy realista.

Pues a lo que iba. En este artículo se dice textualmente:

"Como era de esperar, las pesquisas policiales y las indagaciones periodísticas han producido reencuentros emocionantes. Decenas de familias han recuperado con alborozo a aquel hijo o a aquel hermano que creyeron fallecido nada más nacer."

Bueno pues esta afirmación es, simple y llanamente MENTIRA. Ya lo sabía al leer el artículo pero, para asegurarme y por si acaso estaba yo equivocada, he consultado a dos personas muy bien informadas:

Beatriz Beneitez, abogada, mediadora y orientadora familiar especialista en menores, y de la que ya he tenido la suerte de tener una colaboración en este blog, me ha contestado por medio de un comentario en Facebook:

"Si es verdad, me gustaría enterarme"

O sea, no sabía nada.

Y Santiago, fundador de Fundación Adoptados y la comunidad virtual Adoptados.org me ha contestado textualmente:

"Se equivocan completamente cuando dicen: "Como era de esperar, las pesquisas policiales y las indagaciones periodísticas han producido reencuentros emocionantes. Decenas de familias han recuperado con alborozo a aquel hijo o a aquel hermano que creyeron fallecido nada más nacer".
Hasta el momento no se ha demostrado que ninguno de los adultos adoptados (o apropiados) de este país, que con seguridad superamos el millón de personas, sea un bebe robado. Estamos siendo el colectivo olvidado en esta polémica.
Es muy probable que haya habido casos de robo de bebes, pero hasta el momento no hay ningún encuentro que pueda ratificar esto. De hecho el día que lo haya será portada en muchos periódicos.
Por el contrario continuamente estamos logrando reencuentros de adoptados con sus familias biológicas pese al osatracismo al que nos tiene sometidos una parte de la sociedad española y muchos medios de comunicación."

(El resaltado en negrita es mío)

Así que ya lo sabéis. Desde mi humilde blog quiero denunciar que El País, y por desgracia no sólo El País, ha mentido descaradamente y ha dado una información absolutamente falsa. Es una vergüenza que se trate con tanta ligereza y caradura un tema que tiene el corazón en un puño a cientos de familias que creen que fueron víctimas de esa supuesta mafia que se dedicaba a robar bebés para venderlos, y a cientos de miles de adoptados y apropiados que, desde que cierta gente se dedicó a tergiversar las pruebas y los hechos, temen ser uno de esos bebés robados.

Supongo que poco conseguiré desde aquí, este pequeño blog con sus ciento dos seguidores frente a los monstruos de las telecomunicaciones como los grandes periódicos nacionales y las grandes cadenas de televisión, pero no puedo permanecer impasible a tanto sin sentido y a tantas mentiras gratuitas que hacen tanto daño. Así que hago sonar mi vocecita, por si alguien quiere escucharme y si hay gente interesada en conseguir información un poco más fiable sobre todo esto tal vez debería buscarla en webs como la ya citada de Adoptados.org o La plataforma de afectados de la clínica San Ramón en donde encontraréis algo más que la visión sesgada y vendible que los grandes medios de masas están queriendo transmitir.

viernes, 10 de junio de 2011

UNA NUEVA MATERNIDAD: entrevista a la periodista Ileana Medina Hernández sobre el movimiento social emergente de la crianza respetuosa

Os traigo desde el Blog alternativo la brillante entrevista que han hecho a la coordinadora y autora del libro "Una Nueva Maternidad": Ileana Medina Hernandez, autora del blog Tenemos Tetas.

Can-Men- 10 jun 2011




“PROPONEMOS UN CAMBIO hacia una crianza respetuosa. Derribar el último y más importante tabú que nos queda: el de creernos superiores a los niños y obligarles a cumplir nuestros deseos. Una crianza consciente que comience cuidando todo el proceso, desde la gestación”
“La “nueva maternidad” es ya el presente y el futuro. Uno de los pocos futuros posibles que alcanzo a vislumbrar es, por ejemplo, el de una ciudad llena de pequeños negocios familiares, donde la gente conozca, ame y sienta el oficio en el que trabaja, utilice materias primas cercanas y de calidad, y trabaje desde el amor y la pasión, mientras los bebés cuelgan de sus madres y los niños corretean por el negocio familiar a la vez que aprenden, se integran, y se vuelven seres humanos plenos.
El modelo intensivo de la industrialización está agotado, no es sostenible por ninguna parte. Ni ecológicamente (el mundo se deteriora como todos vemos) ni económicamente (esa es la crisis de la que hablamos), ni humanamente, pues la gente no acepta ya más ser mercancía barata en manos de políticos, empresarios y banqueros”
Ileana Medina Hernández

Es un silencio a gritos…
Miles de madres y padres han roto con el “modo automático” de criar hijos interiorizado desde hace siglos y están configurando el movimiento más revolucionario pero menos investigado y tomado en cuenta del momento: la crianza consciente y el cuestionamiento de muchos “…ismos” oficiales.
El mundo no solo se cambia desde acampadas o instituciones, sino que las raíces y las alas están dentro de nuestra casas.
Para hablarnos de esta tendencia emergente, imparable y mundial hemos entrevistado a Ileana Medina Hernández, periodista y analista de los cambios microsociales que están ocurriendo en los hogares, en las redes sociales, en los paritorios, en los parques, … y sus influencias.
Ileana es coordinadora y una de las 15 co-autoras del libro “Una nueva maternidad” en el que madres y mujeres toman la palabrapara mostrar las nuevas reglas del juego, que son estas…

1. ¿Qué es la “nueva maternidad”?


La “nueva maternidad” es un fenómeno del siglo XXI que se cuece en las casas de cada una, y se teje en Internet.
Desde cientos de blogs que crecen y crecen, páginas webs, redes sociales, foros, se puede constatar hoy un nuevo fenómeno: el de la maternidad «consciente» y la crianza «natural», una especie de m(p)aternidad posmoderna, posfeminista y ecologista, que a grandes rasgos, podría caracterizarse así:
Familias tardías, que posponen la procreación hasta más allá de la treintena, una vez alcanzados los objetivos de estabilidad laboral y personal. Estos hijos son escasos, planificados y deseados.
Cada vez mayor nivel cultural, cualificación profesional, búsqueda y contraste de información en libros, revistas, internet… en lugar del mero acatamiento de las instrucciones de un pediatra o de las abuelas.
Identificación de los males de la «pedagogía negra» y de la violencia familiar que se han perpetuado a través de generaciones, para evitar repetirlos con nuestros hijos.
Regreso al paradigma de la «crianza natural». La propia capacidad para buscar información más allá de la inmediata que aporta el entorno, la madurez sociológica de las clases medias, la reconciliación con los arquetipos de la femineidad, y el compromiso emocional de la pareja, permite una re-conexión con la fisiología, un rechazo al exceso de intervencionismo tecnológico, y una crianza más «natural», espontánea y de contacto físico: parto respetado, lactancia materna a demanda, colecho, porteo, alimentación casera cuidada, etc.
Conciencia ecológica: utilización cada vez más frecuente de alimentos eco y bio, productos de higiene naturales, pañales reutilizables, juguetes de madera, materiales orgánicos y artesanales, etc.
Madres foreras y blogueras: el uso de las nuevas tecnologías, la nueva cultura en red. El debilitamiento de las redes familiares tradicionales (madres, abuelas, hermanas, vecinas…) que vivieron la «cultura del biberón» y que no coinciden con nuestro modo de entender la maternidad, y que muchas veces viven a largas distancias, ha sido sustituido por la aparición de gran cantidad de sitios web dedicados a la maternidad, foros, blogs, redes sociales, y modos de apoyo virtual que permiten a las madres (y también padres) de similares inquietudes compartir conocimientos y experiencias, formando nuevas «tribus virtuales».
- Madres en solitario, adoptivas, homosexuales, con matrimonios sucesivos o en parejas de hecho, con modelos familiares distintos del matrimonio tradicional, y en familias nucleares muy reducidas. Parejas volcadas en el tiempo y cuidado dedicados a nosotros mismos, más interesadas en la felicidad y en el aspecto «nutricio» de la familia, que en la producción, el consumo o la moral tradicional.
Influencia política. Hoy es posible, desde dentro del sistema económico-productivo, la exigencia de nuevos derechos laborales y de nuevas formas de organización del trabajo, que permitan bajas maternales y paternales remuneradas más largas, protección de la vuelta al trabajo de las madres,más tiempo con nuestros hijos, así como una consideración social más alta de las labores de la crianza, y de cuidado en general.
-Orgullo renovado del cuerpo femenino y maternante, no como mero «mecanismo reproductor» ni como falso estereotipo de belleza, sino como sentido primario de la sociedad, como derecho femenino, y como experiencia enriquecedora y única, que no tiene por qué ser «obstáculo» para el desarrollo laboral ni intelectual de las mujeres, sino todo lo contrario. Si se hicieran las transformaciones socio-laborales necesarias, que a su vez redundan en beneficio de los bebés (o sea, de toda la sociedad y su futuro), la maternidad y la capacidad laboral e intelectual de las mujeres pueden ser perfectamente compatibles.

2. ¿Y qué tiene de “nueva” exactamente? ¿Acaso habéis descubierto algo que no sabían las madres y la sociedad durante millones de años?


Lo nuevo es la conciencia. Durante millones de años, las hembras humanas han amamantado, abrazado, porteado y sostenido a sus hijos en todas las culturas, naturalmente.
Lo nuevo es que hoy las mujeres con estudios, con puestos de trabajo cualificados, estamos ELIGIENDO criar de esta manera. A contrapelo de las políticas oficiales, e incluso contradiciendo lo que nuestras madres y abuelas hicieron con nosotras y nos dicen que hagamos.
La lactancia materna extensa, el porteo, el colecho, el respeto por los ritmos de los niños, la crianza respetuosa… la estamos eligiendo conscientemente, y para ello, muchas veces tenemos que leer y estudiar, pues la sociedad no nos lo pone fácil.
Dar un biberón o comprar un carrito cualquiera sabe, y la publicidad está por todas partes, pero para mantener la lactancia a pesar de varias mastitis (el único especialista español en mastitis humana es un veterinario, siempre lo digo para dar idea del punto en que estamos), o para aprender a usar los fulares y portabebés, hay que buscar ayuda, conocimiento, apoyo… hay que hacerlo con conciencia y con muchas ganas.

2. ¿Qué criticáis respecto a la situación de la crianza, maternidad-paternidad e infancia en el mundo actual?


Mi principal crítica es que la crianza es adultocéntrica. Quiero decir, desde el punto de vista del adulto. Todas las decisiones sobre los niños se toman desde el adulto, lo que es más cómodo o conveniente para nosotros. Y los bebés tienen unas necesidades emocionales que están bastante distante de lo que los adultos imaginamos y hemos practicado hasta el día de hoy.
La historia de la infancia a lo largo de los siglos ha sido la historia de la INFAMIA. Hasta el siglo XIX, lo “normal” era que los niños fueran abandonados, castigados, violados, abusados, explotados laboralmente, por sus propios padres y familiares.
El psiquiatra Luis Rojas Marcos, en su importante ensayo Las Semillas de la Violencia, habla de que hasta un tercio de los niños eran abandonados o asesinados por sus propios padres en el siglo XIX en Europa.


Películas como La Cinta Blanca (Alemania, 2009) o La Celebración (Dinamarca, 1998) reflejan una realidad que no era la excepción, era lo habitual hasta hace bien poco en las mejores familias.
Alice Miller ha desmenuzado las biografías de los grandes dictadores, y también de grandes artistas y literatos, y en todos ha encontrado una infancia profundamente desdichada. Era y es lo normal todavía en muchas casas.
Todos provenimos en mayor o menor grado de esas cadenas históricas de desamparo, de violencia intradoméstica… la familia ha sido la reproductora social de la violencia por excelencia.

3. ¿Y qué proponéis? ¿Realismo o utopía?


Proponemos un cambio hacia una crianza respetuosa. Derribar el último y más importante tabú que nos queda: el de creernos superiores a los niños y obligarles a cumplir nuestros deseos. Una crianza consciente que comience cuidando todo el proceso, desde la gestación.
La ciencia, con la neurobiología a la cabeza, ha demostrado en los últimos años que las primeras fases, lo que se llamado salud primal ( la vida intrauterina, el momento del nacimiento, los primeros meses y años de vida) son importantísimos para la construcción de nuestro sistema cerebral, neuronal y emocional.
El conocido divulgador científico Eduard Punset lo ha dicho con claridad: “Si mis lectores me insisten en que les diga cuál es el descubrimiento social más trascendental de estos dos últimos siglos, no tendré más remedio que responder: el impacto insospechado en su vida de adulto de lo acontecido al bebé desde el vientre de la madre.”


Lo que el bebé viva en esa etapa configurará su cerebro, sus redes neuronales y su sistema nervioso para el amor, la confianza, la seguridad, la paz, la autoestima… o en cambio para el miedo, la violencia, la competitividad, la lucha, la ansiedad o la depresión.
Embarazos conscientes, partos respetados, que no separen a la criatura recién nacida de la madre, lactancia materna a demanda y hasta que el niño quiera, porteo, acompañar a dormir…
El tema del sueño me parece particularmente importante.Todas las crías de animales duermen junto a sus padres y su manada. Ningún progenitor expulsa a las crías del nido para dormir. La noche es larga, oscura y llena de depredadores.
Cuando un bebé humano nace, él no tiene forma de saber que en su hermosa cuna está seguro, él se siente seguro únicamente junto a su madre y a su padre, como ha sido siempre filogenéticamente.
Mandarlo a dormir solo es decirle inconscientemente que no nos importa que muera, que lo mandamos a exponerse al peligro de los depredadores. Cada bebé humano que nace es exactamente igual que el que vivía hace millones de años en una cueva, nace con las mismas necesidades que cualquier otro primate.
El hecho de echar a los niños a dormir solos, en cunas con barrotes o incluso en su propia habitación, usando para ello a veces métodos conductistas disuasorios muy crueles, tiene necesariamente repercusiones en el futuro: miedos, terrores nocturnos, enuresis, fobias, inseguridad, baja autoestima, agresividad…Acompañarles a dormir nos permite además compensar por tantas horas diarias de separación.
No creo que sea una utopía. Basta con echar un vistazo a la “red maternal” para ver que cada vez más madres y padres intentan criar con cuerpo, compañía y respeto a las necesidades emocionales de los niños pequeños.

4. Hablas de temas que buena parte de la sociedad y autores de renombre como la intelectual feminista francesa Badinter consideran una “peligrosa ofensiva naturalista ecológica” y “una nueva forma de esclavitud”. ¿La nueva maternidad es progreso o retroceso para los derechos de las mujeres?


El “progreso” ocurre en espiral y no en línea recta. Incluso ocurre en muchas direcciones. Eso de creernos que hay una línea que nos lleva de las cavernas a un futuro luminoso era una creencia de la modernidad que ya no se sostiene, y que nos está cobrando precios muy altos en materia de salud y de destrucción del planeta.
La maternidad es, puede y debe ser UN PLACER. Y permitirnos vivir la maternidad como fuente de placer y satisfacción es por supuesto un avance en la comprensión y la plenitud de la femineidad y en los derechos de las mujeres.
Los procesos fisiológicos todos son placenteros. Gestar, parir y amamantar también lo serían en condiciones normales. Son todas fases del proceso reproductivo-sexual de la especie.
Es la represión sexual y vital de la mujer la que ha convertido el parto en doloroso, y la lactancia en un “sacrificio”.
El dolor del parto es cultural. Como sugiere la Biblia uniéndolo en un mismo versículo, está relacionado con el dominio masculino, con el patriarcado. No tiene que ver con nuestras cabezas grandes ni con la posición bípeda: cuando la mujer pare empoderada y respetada, en su hábitat, puede llegar a tener partos orgásmicos. Hay testimonios.



Al reprimir sexualmente a las mujeres desde la infancia,nuestro útero se vuelve espástico, y por eso duele. Como bien ha explicado Casilda Rodrigañez a partir de los hallazgos de varios ginecólogos y obstetras, lo que se considera hoy día como dolores normales del parto en realidad son calambres del útero contraído.
¡Todas las mujeres tenemos el útero espástico en esta sociedad represora durante milenios! Nuestra sexualidad reprimida, el miedo, la baja autoestima, y el perder costumbres como las danzas del vientre, nos desconectaron de nuestro útero. El parto horizontal, en presencia de extraños, y atemorizadas, hace lo demás.
Con la lactancia, ocurre lo mismo, está previsto por la naturaleza y por la evolución que sea fácil, natural y placentera para la mujer.
De hecho, la mujer durante el parto y la lactancia libera las mayores cotas de oxitocina y prolactina de la especie humana, y la oxitocina es la hormona del amor y el placer. Los neurotransmisores del placer se activan durante el parto y la lactancia, y está previsto por la naturaleza que así sea: ¡la maternidad sería entonces el momento de mayor plenitud y placer de las mujeres!
Nada más lejos de la esclavitud, desde mi punto de vista.

5. ¿Son los hijos el enemigo de la carrera profesional de las mujeres?


Bueno, es posible que tal como están planteadas las carreras profesionales hasta ahora, sí lo sean. Pero también podríamos hacer la pregunta a la inversa: ¿son nuestras carreras profesionales, la de mujeres y hombres, el mayor enemigo de nuestros hijos?
Las mujeres nos hemos incorporado a un mercado laboral diseñado por hombres en una época en que las mujeres nos quedábamos en casa con los niños.
Por eso, la incorporación de la mujer al trabajo ¡tiene que servir para cambiarlo! No para sacrificar a nuestras criaturas escolarizándolas durante 12 horas al día desde los 4 meses de nacidos, y con ello, perjudicando a todo el futuro de la humanidad.
Es urgente cambiar el sistema productivo-laboral y adaptarlo a las nuevas familias donde ambos miembros trabajan: jornadas de trabajo más reducidas, excedencias, horarios flexibles, trabajos en casa, trabajo en red, trabajo por objetivos, aumento de la productividad, empleos donde se pueda acudir con los niños, guarderías pequeñas en los centros de trabajo…todo lo que nos ayude a estar menos tiempo en el trabajo, y más cerca de nuestros hijos.
La esclavitud siempre ha radicado en el trabajo y no en quedarse en casa, según cuenta la historia más oficial, ¿no? La palabra trabajo proviene del latín tripalium, castigo en tres palos.

6. ¿Qué cambios están ocurriendo dentro del feminismo? ¿Y quiénes conforman este movimiento? ¿Les debe temer el Sistema?


A mí me gusta una tendencia del feminismo que se llama ECO-FEMINISMO. Pretende que pongamos la vida en el centro y que cultivemos el paradigma del cuidado. La mujer, la maternidad, los niños, la naturaleza… La protección de la naturaleza y la protección de nuestros niños, ancianos, enfermos… (que somos todos en algún momento de nuestras vidas) van unidos. El “cuidado de sí”, ese principio ético que ya cultivaban los antiguos filósofos griegos.
Se trataría de poner un poco de freno a la vida productiva alocada que llevamos, a la dinámica producción-consumo, y centrarnos, todos, hombres y mujeres, en lo verdaderamente importante: el tiempo generoso compartido con las personas que amamos. Que los trabajadores asalariados tengamos esa posibilidad: no es verdad que “la crisis” necesite que trabajemos más, “la crisis” lo que necesita es que se reparta mejor la riqueza.
Desgraciadamente el feminismo que prima en los Institutos de la Mujer y afines es lo que el sociólogo Jesús Ibañez llamó “feminismo converso”. Un feminismo que consiste en que todos, mujeres y hombres, seamos patriarcas: generales de ejército, empresarias de éxito, ministras, jefas, millonarias. Me temo que por eso triunfa en los gobiernos y en las instituciones: porque en realidad ese feminismo es funcional al patriarcado y al capitalismo. Es digamos, el colmo del patriarcado. El patriarcado asumido, interiorizado y representado por las propias mujeres.
Y no digo que no sea importante que las mujeres ocupemos puestos de poder. Pero más interesante sería que mináramos el poder, que cambiáramos las formas de ejercer el poder. QUE “FEMINIZÁRAMOS” LA SOCIEDAD, entendiendo por “feminización” unas mayores cuotas de ternura, sensibilidad, empatía, cooperación, solidaridad, justicia social…
Más interesante que llegar al poder, es prestigiar las labores de cuidado. Que nos demos cuenta de que para la sociedad en su conjunto, es más importante la labor de crianza de los niños que las labores de un Ministro o de un General, por ejemplo. Que debería ganar más –porque aporta más a la sociedad - una educadora infantil que un ejecutivo de la banca.
Ese cambio de valores es lo que yo esperaría del feminismo, y lo que sería verdaderamente un salto de progreso.

7. ¿Qué relación tiene la lactancia o lo doméstico con la Política, la ecología o la soberanía alimentaria?


Criar es hacer política. Los políticos de hoy y del mañana fueron niños criados y amados o desamados por alguien. Y en la medida en que hayan sido criados con justicia y amados suficientemente, podrán luego ejercer el poder de una manera ética y justa.
El poder lo suelen ambicionar y ostentar personas con grandes vacíos personales, que vienen de su propia infancia, y que buscan llenarlos a través de la “erótica del poder” y del dominio sobre los demás. No podemos en general esperar que desde ese vacío personal, puedan hacer algo para mejorar la sociedad.
El cambio vendrá desde lo microsocial, desde lo que cada una de las personas con conciencia hagamos en nuestra casa, en nuestras familias, en nuestro entorno inmediato.

8. ¿Tiene apoyos esta nueva tendencia o se mueve en tierra de nadie?


Aparentemente no tiene muchos apoyos. No veo hablar de esto en ningún programa de ningún partido político, ni en las escuelas, ni en las universidades, ni en los grandes medios de comunicación… Pero ES UN SILENCIO A GRITOS.
Las grandes instituciones de la época moderna (la escuela, el Parlamento, los medios de comunicación de masas…) están llamados a cambiar, y poco a poco lo vamos viendo. Han perdido credibilidad, nadie confía hoy en los políticos, nadie les cree… Vivimos como en una farsa, sosteniendo en apariencia un sistema en el que nadie realmente confía, y poco a poco, y desde abajo, eso está empezando a cambiar. Sin revoluciones violentas, sin alardes, desde la casa y la cama de cada uno, desde nuestras decisiones de compra, desde la intimidad, nos vamos haciendo más libres y más conscientes.

9. ¿Qué es el libro Una Nueva Maternidad y qué puede encontrar el lector en él?


El libro Una Nueva Maternidad es una recopilación de artículos heterogéneos, escritos no en lenguaje literario ni en jerga profesional, sino en lenguaje “blogueril”, limpio y correcto. Muy ameno y de rápida lectura, pero contundente y profundo en los contenidos, y con basamento científico.
El hilo argumental que lo une es la experiencia maternal: el embarazo, el parto, la lactancia, la crianza… hemos intentado ordenarlos de modo que conforme una idea coherente de todo el proceso.
El lector encontrará en él una descripción de la maternidad vista desde adentro. Algo aparentemente tan sencillo, y sin embargo sin precedentes en la historia de la humanidad. Nunca antes madres normales habían escrito sobre la maternidad y la crianza. No es un libro escrito por psicólogos, pediatras ni gurús de la crianza, tampoco por literatas ni escritoras de renombre, sino por madres con cierto nivel cultural que nos hemos atrevido a reflexionar sobre la maternidad y sus dimensiones sociales.

10. ¿Cómo se ha parido-gestado este libro y quién está detrás?


Detrás no hay “nadie”, si se entiende por ello un encargo de una gran editorial, o a los intereses de alguna empresa.
Fue una idea de una madre bloguera, Raquel Tasa, y su marido, diseñador. Contactaron conmigo, y entre los tres nos dedicamos a convocar al resto de las madres blogueras participantes*. Cuando se lo ofrecimos a la Editorial Ob Stare, ya el libro está hecho, incluso maquetado.
Es un libro de la “tribu 2.0”, de esa tribu de mujeres y madres que, a falta de grupos reales en la vida cotidiana, nos encontramos, conversamos y sostenemos unas a otras en la red.
La blogosfera ha elevado la crianza a categoría temática de primer nivel, que no existía en los medios tradicionales. Los grandes periódicos, frente al éxito de la blogosfera maternal, han tenido que contratar también a columnistas blogueras que hablen de maternidad, pero que están lejos de alcanzar la autenticidad, frescura y profundidad que ofrece la blogosfera de madres independientes, que escriben desde el corazón en sus espacios libres y personales.

11. ¿Qué puede mostrar esta obra a la nueva generación de mujeres jóvenes?


Las mujeres –y también los hombres- jóvenes tienen que saber que sí, que es posible vivir la m(p)aternidad y nuestras carreras profesionales ambas de modo intenso. Que tenemos que exigirle al sistema esa posibilidad.
Quizás los altos índices de paro vengan a decirnos que tenemos que encontrar otros caminos, fuera del mercado laboral al uso, que nos hagan más plenos como profesionales y también como seres humanos.
La plenitud del ser humano no está en trabajar como un esclavo de sol a sol para una multinacional, para ganar un mal-sueldo que nos permita comprarnos un coche de pacotilla y pagar la gasolina a precio de oro, sin poder siquiera independizarnos de nuestros padres. Tenemos que buscar caminos alternativos, y aparecerán. Tenemos que usar la imaginación y darle un vuelco a esto, desde nuestros corazones y nuestros úteros, no desde lo que nos viene impuesto desde afuera como la única posibilidad. Porque al poder le importamos un pimiento, nadie va a hacer nada por nosotros, si no nos movemos.

12. ¿Qué puede aportar este libro a madres-familias de crianza “convencional” o con otra visión de estos temas…?


Quizás la posibilidad de pensar. Nosotras mismas venimos de familias con crianza “tradicional” y teníamos ideas muy convencionales, hasta que la maternidad y el encuentro con otras mujeres nos permitió hacer un “clic”, conectar con un conocimiento que está muy escondido, pero por suerte, cada vez menos.
Por mi experiencia en foros, blogs y redes sociales, y por la mía propia, la gran mayoría de mujeres cuando nos exponemos a estos mensajes, cuando accedemos a este tipo de lecturas, nuestro corazón nos dice que ahí está la verdad.
Si algunas prefieren evitar estos mensajes, o reaccionan de manera “virulenta” es porque se sienten impotentes –y muchas veces, injustamente culpables- ante sus propias historias de partos violentos, lactancias fracasadas, familias autoritarias, infancias desamparadas, convencionalismos sociales que creen no poder enfrentar ni evitar…
Preferimos muchas veces cerrar los ojos y no ver, ante la falta de apoyos, ante nuestra frágil autoestima, o ante nuestra propia historia vital de desamparo, que preferimos mantener en el olvido, en el inconsciente. Es duro enfrentarse de pronto a nuestras propias carencias y limitaciones.
Criar de esta manera es todo un taller de crecimiento personal, y cada uno lo hace desde el punto en que está. Pero lanzarse ¡es tan reconfortante! Una vez que el “clic” sucede, y salimos de Matrix, todo empieza a funcionar mucho mejor en nosotras mismas, con nuestros hijos, con nuestras familias. Nos damos cuenta de la fuerza interior que poseemos, y de la capacidad de ser libres que tenemos por delante.
Ojalá les dé la posibilidad de conectar mejor con su instinto, con su corazón, con sus sentimientos, y de darse cuenta de que el modo automático de criar que heredamos de nuestros padres o que nos impone la sociedad, ni siquiera es el mejor para nosotros mismos.

13. ¿Existe alguna relación entre la “nueva maternidad” y la Spanish Revolution? ¿Hay futuro para la “nueva maternidad”?


La “nueva maternidad” es ya el presente y el futuro. Uno de los pocos futuros posibles que alcanzo a vislumbrar es, por ejemplo, el de una ciudad llena de pequeños negocios familiares, donde la gente conozca, ame y sienta el oficio en el que trabaja, utilice materias primas cercanas y de calidad, y trabaje desde el amor y la pasión, mientras los bebés cuelgan de sus madres y los niños corretean por el negocio familiar a la vez que aprenden, se integran, y se vuelven seres humanos plenos.
El modelo intensivo de la industrialización está agotado, no es sostenible por ninguna parte. Ni ecológicamente (el mundo se deteriora como todos vemos) ni económicamente (esa es la crisis de la que hablamos), ni humanamente, pues la gente no acepta ya más ser mercancía barata en manos de políticos, empresarios y banqueros.

Ileana Medina Hernández
Tenemos Tetas
LAS AUTORAS DEL LIBRO “UNA NUEVA MATERNIDAD”


Enric Boix, diseñador y alma mater del libro