domingo, 12 de enero de 2014

¡A DORMIR! DEL DOCTOR EDUARDO ESTIVILL.

Han tenido que pasar dos años y 600 artículos científicos sobre el sueño infantil para que yo haya sido capaz, por fin,  de comprarme el libro  ¡A Dormir! del doctor Eduard Estivill. Han sido 15 euros gastados con mucho dolor, todo hay que decirlo, pero teniendo en cuenta que sale de las manos de la persona gracias a la cual me embarqué en la aventura de escribir un proyecto llamado El Debate Científico sobre la Realidad del Sueño Infantil, que menos que agradecer su empujoncito con unos cuantos euros de beneficio ¿no?

No voy a haceros aquí una crítica exhaustiva del libro porque otros antes que yo ya lo hicieron, tanto de sus libros como de su método. Así que, exceptuando un pequeño apartado del libro que ha sido pasado por alto en críticas anteriores y que desarrollaré en otro post a su debido tiempo, prefiero remitiros a las que a mí más me han gustado de las que se pueden encontrar en internet:

No puedo dejar de citar también la excelente crítica que han hecho profesionales de referencia en sus libros: El pediatra Carlos Gonzalez en Bésame Mucho,  la psicóloga Rosa Jové en Dormir sin Lágrimas y el pediatra Jose María Paricio en Tu eres la Mejor Madre. Y si hablamos de autores internacionales tenemos que citar  al matrimonio Sears (William y Martha, él pediatra y ella enfermera) con diversos libros, entre los que se encuentra Tu hijo dormirá y tú también, a Margot Sunderland con La Ciencia de ser Padres, y al profesor James McKenna con Dormir con tu bebé: una guía para padres sobre el colecho. Y ya que vivo en Suiza, no quiero olvidarme de un libro excelente de la asesora de lactancia materna y enfermera Sibylle Lüpold: Ich will bei euch schlafen! (Quiero dormir a vuestro lado), que desafortunadamente todavía no está traducido al español, pero espero que podamos contar con él en el futuro. 

Por lo tanto, y dada la cantidad inmensa de respuestas en contra del método Estivill y sus libros, poco podría yo añadir de nuevo tras echar una ojeada a ¡A Dormir! Ya que, sorprendentemente, esta nueva versión del antiguo "Duérmete Niño" tiene pocas novedades más allá del cambio de título, algo de información sobre el sueño fetal (tal vez porque en las críticas al primer libro se referían en varias ocasiones al hecho de que los fetos ya saben dormir) y no sé que aplicación para el iPad  que, francamente, me parece escandalosamente insultante. 

Y digo que me sorprende la ausencia de cambios sustanciales porque el doctor Estivill siempre dice que todo lo que escribe se basa en lo publicado en las revistas científicas. Pero resulta que desde que salió el Duérmete Niño hasta esta nueva versión, ¡A Dormir!, el mundo científico está sufriendo un cambio importante y sustancial que no se ve reflejado en absoluto en la obra de este autor. Y este hecho realmente me ha sorprendido (ingenua que es una).

Para explicaros esto que digo, de nuevo os remito a otros artículos. En este caso dos recientes colaboraciones mías en la página web de Pedagogía Blanca bajo el título EL SUEÑO DE NUESTROS HIJOS ¿REALMENTE QUEREMOS QUE DUERMAN COMO NOS DICEN QUE DEBEN DORMIR?

Pero si queréis profundizar más sobre este tema os animo a leer completamente  El Debate Científico sobre la Realidad del Sueño Infantil. Vale mucho la pena porque así tendréis una visión completa de lo que se está cociendo entre los investigadores internacionales más prestigiosos sobre el sueño infantil . 

El profesor Avi Sadeh
Sólo como ejemplo puntual de lo que estoy afirmando, que el método Estivill está obsoleto y la comunidad científica le está retirando (un poco disimuladamente, como mirando para otro lado, pero retirando) su apoyo, quiero poneros aquí unas palabras publicadas por Avi Sadeh. El profesor Avi Sadeh, psicólogo clínico, es una de las autoridades mundiales en este tema con cerca de 120 publicaciones en revistas revisadas por pares *, entre las que se encuentra al menos 8 artículos en Sleep, una de las revistas más prestigiosa en la especialidad del sueño, y 4 en Pediatrics, la revista más prestigiosa en pediatría a  nivel internacional (ya sé que comparar está feo, pero mirando en el PubMed - el mayor banco de datos de publicaciones científicas del mundo - Estivill tiene unos 25 artículos, ninguno en Sleep, y la mayoría en revistas españolas de muy bajo factor de impacto. Aunque sí tiene un artículo en Sleep Medical reviews, una revista de prestigio comparable a Sleep, pero este artículo nada tiene que ver con el sueño infantil ). 

En una respuesta escrita a cuenta de un artículo publicado por S Blunden en el que criticaba la aplicación de técnicas cognitivo conductuales para enseñar a los niños a dormir (Blunden SL, Thompson KR, Dawson D. Behavioural sleep treatments and night time crying in infants: challenging the status quo. Sleep Med Rev 2011; 15: 327-334) Sadeh contesta lo siguiente (Sadeh A, Mindell JA, Owens JWhy care about sleep of infants and their parents? Sleep Medicine Reviews 2011; 15: 335-337.):
"However, it should be emphasized that the vast majority of modern behavioral interventions are based on somedegree of continued caregiver response to the infant throughout the sleep initiation or resumption process. Some methods recommend continuous presence of the parents next to the infant crib during the process or throughout the night."

"En cualquier caso, debería enfatizarse que la vasta mayoría de intervenciones conductuales modernas se basan hasta cierto punto en la respuesta continua del cuidador, tanto durante el inicio del sueño como durante su reanudación. Algunos métodos recomiendan la presencia continua del padre/madre al lado de la cuna durante el proceso o durante la noche"

O sea, que en la actualidad la "vasta mayoría de técnicas" ya no consisten en dejar llorar al niño y atenderle a intervalos crecientes de tiempo, tal y como indica el método Estivill, sino que se basan en una atención continuada, tal y como explican el propio Sadeh y otros autores al publicar técnicas alternativas, como la llamada "de retirada" o el "Huggie Puppie" (Para más información ver el capítulo 2 de la revisión).

Otro ejemplo de la falta de coherencia entre el método Estivill y la tendencia científica más actual: en la página 50 del libro, Estivill dice que el llanto del niño que reclama no es de "sufrimiento" sino de "comunicación". Increíble pero cierto. Esto me ha recordado que Sadeh diseñó su método Huggie-Puppy para tratar el terror que sentían los niños que vivían en zonas de guerra. Después se le ocurrió aplicar el método a los niños "normales" que no querían dormir solos. Creo que nadie duda del sufrimiento y el miedo que quiere trasmitir con su llanto un niño que vive aterrorizado por las bombas, los ataques y las muertes en un país en guerra. Con este método Sadeh les ayuda a superarlo. El hecho de que también funcione con los niños "normales" no expuestos a amenazas reales ¿ No nos está demostrando muy claramente que el origen del llanto es el mismo? El niño se siente aterrorizado, haya o no una amenaza real. Porque es un niño y su realidad no es la misma que la de un adulto. Así que, ¿A que viene eso de llanto de comunicación y no de sufrimiento???????? 

Cuando un niño llora solo en la oscuridad de su habitación es un llanto de terror, de dolor, de soledad, y eso es precisamente lo que nos está tratando de comunicar. ¿Funcionaría el Huggie Puppy con los niños "normales"  si solo lloran por capricho? Lo dudo. Si el niño es tan inteligente y maduro que es capaz de llorar para manipularnos, dudo mucho que se dejara manipular por un simple peluche desamparado.

Así que, estimado doctor Estivill, le informo, por si no lo sabe, de que los investigadores más prestigiosos y punteros en el campo del sueño infantil se están bajando del burro de las técnicas basadas en dejar llorar. Francamente, esperaba encontrar al menos una mención de las técnicas alternativas recientemente diseñadas en su libro, pero me he quedado con las ganas. A lo mejor es que si lo hacía se le complicaba el diseño de la aplicación para el iPad. 

Me parece a mí que va a tener que actualizarse. No se preocupe que yo le echo una mano: lea El Debate Científico sobre la Realidad del Sueño Infantil antes de publicar su próximo libro y verá como estará mucho más en concordancia con las más recientes novedades científicas. 







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* Las revistas revisadas por pares, o peer review journals en inglés, son revistas científicas de las más diversas disciplinas, a las cuales los grupos de investigación mandan los artículos que han escrito y que son producto de su trabajo e investigación. Los artículos mandados a estas revistas sólo serán publicados si previamente han sido aceptados por 3 o 4 revisores que valoran su calidad. Estos revisores son científicos especializados en el mismo tema que trata el artículo, generalmente de un alto prestigio internacional. Así cualquier científico importante es a la vez revisado, cuando manda sus trabajos, y revisor, cuando valora y decide si son publicables o no los trabajos de sus colegas. Para que unos resultados sean validados y reconocidos por la comunidad científica tienen que haber sido publicados en una de estas revistas. Lo que no sale en ellas, no existe, aunque ya haya sido presentado en un congreso. La categoría de estas revistas se mide, entre otros parámetros, por el factor de impacto. Cuanto más factor de impacto tiene, más categoría, y por lo tanto más credibilidad. Al menos en teoría porque ya son muchos los científicos que alzan la voz en contra de este método de valoración, dadas sus importantes limitaciones. Pero, de momento, esto es lo que hay. La calidad del trabajo de un científico se mide según su factor de impacto personal, esto es, el número de artículos que ha publicado y el factor de impacto de las revistas donde ha publicado. No es lo mismo publicar en Pediatrics (factor de impacto: 5.1) o Sleep (factor de impacto: 5.1), que en New Englan Journal of Medicine ( la reina, con un factor de impacto de 50) o, por el contrario, en el Anales de Pediatría (factor de impacto 0.8)  o la Revista de Neurología (factor de impacto 1.8). Los factores de impacto van variando cada año. 









6 comentarios:

  1. Apreciada María.
    ¡Qué necesario era crear este debate!
    Aunque para mí, que no soy médico (aunque sí científica ya que estudié ingeniería química) pensaba que no había debate: simplemente, dejar llorar a mi hijo es impensable desde que nació. Punto. Lo explico en palabras llanas en mi post http://www.mamafelizbebefeliz.com/dormir-bebe/para-dormir-a-tu-bebe-es-mejor-el-metodo-estivill-o-el-dormir-sin-lagrimas-de-rosa-jove/.
    Me ha encantado tu recopilatorio de artículos relevantes sobre este tema. Había varios que no conocía y estoy leyéndolos con fervor. Son de gran ayuda e interés. Muchas gracias ;-)
    Bet

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    1. Gracias Bet, por tu comentario y por compartir tu post. Hay un montón de artículos en la red sobre el método Estivill y seguro que me he dejado muchos muy buenos, pero espero que esta representación que yo he elegido ayude a los indecisos a ver las cosas claras.

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  2. Sinceramente, yo no habría comprado el libro de alguien que se obceca en su propio error, probablemente porque ese error le reporte pingües beneficios. Habría buscado la forma de que me lo "prestasen" en Internet. Pero es la única "crítica" que te hago ;-) Tu post me ha parecido impecable y exhaustivo. Gracias.

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    1. Gracias Rafael. Con tu crítica tienes toda la razón. POr eso, una vez visto este ejemplar, está a disposición del que lo necesite.... con fines realmente educativos!

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  3. Qué grande María! Espero que tu labor y tu esfuerzo se traduzcan en muchos bebes felices... Y aunque un poco abandonadilla, ahí también está la Dra. Pastelina, con su blusa blancoinmaculada, luchando a su manera pija contra el despropósito... preparando su retorno... saludos!

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    1. Ya echamos de menos a la doctora Pastelina, jajajajajajaj. Hace falta su sentido del humor para encarar semejante despropósito!!!!! ;o)

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